Os digo que sólo una caricia de tan delicado rostro dejara pasar mis dulces caricias sobre el instante en que te tengo junto a mí, llevando tan grande carga en tan inmensa soledad al ver tu resplandor cubriendo el inmenso y calmo espacio que guardo entre mi ser.
Cómo no descubrir todo aquello que pasa por entre sueños y deseos de poseer tan majestuosa mujer que sólo hace de mi un gran y a la vez indefenso ser.
Cómo no reclinar mi mirada por debajo de tu manto que guarda tus pensamientos y temores ante tanto amor, sólo deja que tu mirada guie tu corazón de tal forma que ya no podrás escapar de nuestro manto que cubre cada deseo de poseernos desnudos colmo si nuestro universo estuviera arrodillado ante ti amor.
Autor: Sebastian
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