Este murmullo ha brazado el puesto de las estrellas, como callada echada de su tierra, como culparlo, como desafiarlo, como estresada luz en sucumbida restada noche, es el afán de las noches y tu duermes es el afán del arco continente en embalsamado en bocas del desierto cuando el sol exprimió, y tu ángel de las dulces ex cavidad del alma misma donde estás, donde te hallas, porque aquel dibujo, en tu figura desapareció, y en ella esmalto el paso del tiempo, como todos lucidos caímos, porque frio del océano mutuo, el resguardo del día.
Cuando venias de hacia mis espaldas, tú que tan lejana estas y aurora arrepentía por el infinito, te descuide, porque al pendenciar tu mundo, no he descubierto, el estado de las nubes esa de la cual tu piel sudo como algodón, broto el escalmo de las plumas al rosar el fuego que se ha extendido, por pasión quizás, es así la llamarada fugaz con la cual vives, como visualizarte, así decidimos tumulto abortando el espía del ojo del viento, en encanto cuando segundo del parpadeo todo está bajo control, aquel sueño presente en evidente espacio, es como tocar tus labios y no obstante al prestarme contigo, siento que todo lo he dado, porque eres parte mía.
COMO QUIZÁS EL AFÁN Y EL RESGUARDO DEL DESTINO, COMO BUSCAR EL PARAÍSO, AUN ASÍ ERES MÍA.
Autor: Gaston Gomez
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